Ocio y deporte en aguas de Benidorm
Las mismas aguas de Benidorm que fenicios y romanos utilizaron como parte
de sus rutas comerciales; que piratas berberiscos codiciaron durante siglos
topándose con la aguerrida defensa de marinos con patente de corso; que
albergaron una almadraba; y en las que faenaron ‘tarrafas’ y otras
embarcaciones pesqueras, son hoy un paraíso para la práctica deportiva.
La afición por los deportes náuticos y acuáticos despuntó en Benidorm en la
década de los 60 del siglo pasado, coincidiendo con el ‘boom’ turístico y la
llegada de los primeros turistas con embarcaciones a motor y vela. Para
entonces, ya existía cierto interés entre un grupo de benidormenses por la
práctica del remo. De hecho, embarcaciones de Benidorm habían tomado parte
en algunas competiciones que se habían celebrado en localidades próximas
como La Vila Joiosa o Altea. Era sólo el principio.
El punto de inflexión se produce con la creación del Club Náutico a finales de
los años 60. Aquel lugar de encuentro y reunión de los amantes de los deportes
ligados al mar pronto vería crecer sus instalaciones hasta acoger hoy escuelas
de remo, kayak y vela y competiciones de estas y otras disciplinas, parte de
ellas impulsadas por la propia entidad en colaboración con el Ayuntamiento de
Benidorm.
La primera regata en aguas de Benidorm de la que se tiene constancia tuvo
lugar a mitad del siglo XX, época en la que todavía era constante la presencia
de barcas de pesca reposando sobre la arena en las proximidades del espacio
que ocupa el Club Náutico, en la playa de Poniente.
Ese gusto por la vela propició hace ya más de medio siglo el nacimiento de las
Navidades Náuticas: competición dirigida a jóvenes regatistas, que está
incluida en el calendario de pruebas autonómico y que cada año organiza el
Club Náutico con el apoyo del Ayuntamiento. Más de cinco décadas después,
la prueba sigue siendo un referente y reclamo para deportistas de toda la
Comunitat Valenciana.
Desde aquellas primeras incursiones en los deportes náuticos, la configuración
y orientación de la bahía y playas de Benidorm han hecho de sus aguas lugar
habitual de competiciones, entrenamientos y prácticas recreativas. Entre las
citas anuales más destacadas se encuentra la Travesía Popular a Nado l’Illa-
Port de Benidorm, que supera las veinte ediciones y los 300 nadadores por
convocatoria, los más rápidos de los cuales cubren en alrededor de 45 minutos
las cerca de dos millas que separa ambos puntos.
A lo largo de los años y las décadas Benidorm ha acogido también los
campeonatos nacionales de motos acuáticas o cable ski, modalidad de esquí
acuático sin lancha. Y esto último no es casual, porque Benidorm fue el primer
enclave español en contar con una instalación exclusiva para la práctica de
esta modalidad de esquí, la única ubicada en el mar, a pocos metros de la
orilla, y en cuya construcción participaron pescadores locales y de otros puntos
de la comarca.
La idea del cable ski, exportada de Alemania, cuajó en Benidorm y suma ya
más de medio siglo de historia, tiempo en que los clásicos esquís de montaña
han dado paso a un deslizador único hasta incorporar las tablas de
‘wakeboard’.
Pero más allá de la competición, la bahía se presta a la práctica deportiva de
diferentes disciplinas, entre ellas la natación. Por ello durante todo el año es
habitual la presencia de aficionados entrenando, ya sea de forma libre, ya sea
haciendo uso de los canales de nado instalados por el Ayuntamiento. También
recurrente es la estampa de las aguas de Benidorm surcadas por las
embarcaciones de remo del Club Náutico, por aficionados al kayak o al paddelsurf,
o por motos de agua.
Y compartiendo espacio con todos ellos, los amantes del buceo y el
submarinismo, que encuentran en Benidorm unos ricos fondos marinos que
cobijan grandes praderas de posidonia, especialmente en el entorno de La
Llosa, una formación rocosa sumergida a 7 metros de profundidad situada a
poca distancia de l’Illa. El poderoso atractivo de estos fondos marinos, cuya
riqueza y biodiversidad le han valido la consideración de Parque Natural, ha
propiciado la existencia de varios clubes y centros de buceo que realizan
inmersiones en Benidorm, así como la llegada de buceadores desde
prácticamente todos los rincones de la provincia de Alicante.
Pero además del potencial deportivo, las playas y la bahía de la ciudad también
son un espacio lúdico que ofrece la oportunidad de vivir experiencias únicas
con actividades como arrastre de banana, flyfish o paracaídas; opciones se
añaden al alquiler de motos acuáticas, pequeñas embarcaciones, patinetes,
kayaks o tablas para practicar paddle surf. Estas actividades, que operan como
concesiones municipales, están disponibles más de seis meses al año.
Y todo ello sin olvidar la pesca recreativa que convive con el resto de
actividades en la bahía de Benidorm y cuya afición se mantiene muy viva, en
muchos casos transmitida de generación en generación. Entre las especies
que suelen capturar las embarcaciones de pesca recreativa que faenan en la
zona, con amarre en Benidorm o en puertos de localidades cercanas, se
encuentran: serviola, bacoreta, golfás, caballa, melva, llampuga, raoret,
calamar, pulpo, dentón o lechola.