Las obras de la nueva peatonalización de Tomás Ortuño arrancarán tras las Fiestas Patronales
La Junta de Gobierno ha adjudicado las obras, que podrán fin a los tradicionales problemas causados por las lluvias
Las obras de peatonalización de la calle Tomás Ortuño en el tramo entre La Garita y Limones comenzarán tras las Fiestas Mayores Patronales, según ha informado el alcalde, Toni Pérez, después de que la Junta de Gobierno Local haya adjudicado definitivamente los trabajos. El alcalde ha recordado que esta nueva peatonalización tendrá un coste de 728.827,72 euros, que se invertirán en la superficie, en el subsuelo de la calle y en la instalación de dispositivos tecnológicos.
La mercantil Sigma, que ofreció una mejora del 29,51%, será la encargada de ejecutar este proyecto, que incluye cerrar al tránsito la calle San Antonio e importantes cambios en la configuración del tráfico de la zona.
Pérez ha señalado que se van a mantener “el modelo, diseño y calidades” de la primera fase de peatonalización -que se completó a principios de año y que discurre al tramo entre las calles Mercado y La Garita-, pero se introducen cambios para “una mayor y mejor movilidad”. Así se va a invertir el sentido de la circulación en las calles Maravall y Marqués de Comillas. La primera pasa ser “de subida”, mientras que en Marqués de Comillas variará la circulación en un tramo y no se descarta implantar la doble en otro. Además, la circulación cambia también en las calles Roldán y Puig Campana.
Estos cambios van a permitir nivelar “los vehículos que entran y salen del centro”, y derivar a Maravall parte del tráfico que hoy soporta la avenida de Los Almendros.
El alcalde ha subrayado que “se va a hacer un gran inversión tecnológica y de semaforización” para “integrar los pivotes de control de acceso escamoteables, que dotan de mayor control y seguridad al tráfico rodado del centro”. Pérez ha pedido “disculpas” a los vecinos porque “algunos cambios son obligados”, si bien darán “buen resultado para su dinámica y la de los comerciantes”.
Por último, ha destacado el importante trabajo que se va a hacer en el subsuelo para finiquitar los tradicionales problemas que la lluvia causa en Tomás Ortuño, y que se han visto ya reducidos de forma significativa en el tramo bajo de la calle tras la primera fase de peatonalización. Con esta segunda fase, ha indicado, “resolvemos completamente la inundabilidad que habían en comercios de toda la calle, no habrá grandes avenidas de agua, y habremos hecho imperceptible algo que antes era inevitable: mojarse cada vez que caían cuatro gotas en ese tramo de Tomás Ortuño”.