Una coleccionista dona a Benidorm su biblioteca, legado pictórico y patrimonio mobiliario con más de 3.000 piezas
La coleccionista francesa Cristina Boissie Charpentier, afincada en la comarca desde hace décadas, ha donado al Ayuntamiento de Benidorm toda su biblioteca familiar, su patrimonio mobiliario y de decoración, así como la colección de óleos y dibujos de su marido, el pintor sevillano Francisco Díaz Díaz. En total, más de 3.000 piezas que ya han empezado a inventariar y catalogar los técnicos del área de Patrimonio Histórico.
Esta mañana, el alcalde, Toni Pérez, y Cristina Boissie han firmado en presencia de la concejal de Patrimonio Histórico, Ana Pellicer, el documento de donación, en el que se recogen los términos y plazos de la entrega de los bienes de la coleccionista.
Tanto el alcalde como Ana Pellicer han agradecido a Cristina Boissie “su generosidad y que haya confiado en este Ayuntamiento para ser el legatario y custodio de su importantísimo patrimonio, recopilado a lo largo de toda una vida y que presenta un estado inmejorable de conservación, fiel reflejo de su personalidad y de su amor por la cultura y el arte”.
La donación referida al apartado de muebles y objetos de decoración la conforman los bienes que la donante ha recogido de la casa familiar, muchos de ellos antigüedades adquiridas por su padre a los que se añaden los que la coleccionista ha ido incorporando durante su actividad profesional como propietaria de una tienda de antigüedades. Una colección “excepcional” en la figuran objetos “muy interesantes por su antigüedad, rareza y utilidad”. Entre ellos, piezas de cerámica y muebles del siglo XVIII; abundante material etnográfico; instrumentos musicales; un retablo de los siglos XVII-XVIII; o una muy buena colección de relojes de bolsillo.
En cuanto a la biblioteca familiar, de momento se han inventariado 1.427 libros, algunos de ellos dedicados por autores como Juan Ramón Jiménez. El volumen más antiguo de la colección está editado en Lyon en 1592. Además, el fondo cuenta con más de dos centenares de obras fechadas entre los siglos XVII y XIX.
A todo ello se suma la obra pictórica de su marido, fallecido a finales de los 80. El departamento de Patrimonio Histórico acaba de iniciar la catalogación de esta colección, que entre óleos, bocetos y dibujos se calcular que superará con creces el millar de piezas.
El alcalde y la concejal de Patrimonio Histórico han avanzado que “en cuanto finalicen las labores de registro y catalogación de esta importantísima donación, se quiere mostrar este patrimonio a la ciudadanía en nuestro Museo Boca Calvari y también en l’Hort de Colón donde quedarán algunas de las piezas de forma permanente”.