En torno a 2.500 personas han accedido a lo largo del día al recinto, en el que se han instalado 87 puestos de alimentación
Normalidad en la primera jornada del mercadillo municipal de Foietes
La normalidad ha sido la nota dominante en la primera jornada de actividad del mercadillo municipal de Foietes. Así lo ha trasladado el concejal de Comercio, Lorenzo Martínez, quien ha informado que “a lo largo de la mañana han accedido al recinto en torno a 2.500 personas, que han realizado sus compras en los 87 puestos de alimentación instalados”. Martínez ha explicado que “el flujo de clientes ha sido escalonado, lo que ha permitido que en todo momento se respetaran las distancias de seguridad entre los consumidores y que no se haya producido ningún tipo de aglomeración”.
El concejal ha recordado que el mercadillo ha abierto sus puertas con una nueva distribución -con pasillos más anchos y puestos sólo a un lado- para asegurar la distancia social que marca la normativa y para ordenar el tránsito de los consumidores y los procesos de compra. Asimismo, se ha delimitado el perímetro y se ha establecido un único punto de acceso y otro de salida, ubicados en las inmediaciones del centro social José Llorca Linares, con personal de inspección que se ha encargado de controlar la entrada de usuarios.
Además del control presencial en los accesos, “el dron de la Policía Local ha seguido desde el aire el desarrollo de esta primera jornada de mercadillo, comprobando en todo el momento el cumplimiento de los aforos previstos”. Martínez ha agradecido “a la Policía Local y a los servicios municipales el trabajo desempeñado tanto en las jornadas previas de planificación como durante la mañana para asegurar el correcto y normal funcionamiento del mercadillo”.
El edil ha reseñado que la adecuación del recinto y su operativa ha atendido a todas las directrices normativas y sanitarias, así como a la circular trasladada al respecto por la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP). Además de las medidas ya señaladas, también impera el uso obligatorio de la mascarilla para clientes y vendedores, o la prohibición de tocar el género.
Martínez ha aclarado que “en una primera fase sólo se va a abrir la sección de alimentación del mercadillo, y en función de cómo vaya evolucionando la situación se aperturará el resto de puestos”.