Una de las fiestas de más raigambre en la localidad que fue recuperada por los vecinos en 1978
El Barrio Antiguo de Benidorm celebra la fiesta de La Carxofa
Desde las 9.00 de la mañana de ayer sábado, la popular ‘carxofa’ de cartón piedra (alcachofa) se elevó sobre los festeros en medio de la plaza, al tiempo que se ultimaban los ramos que, con posterioridad conformarían la Ofrenda Floral dedicada a la patrona de la ciudad, la Mare de Déu del Sofratge, que tuvo lugar en la parroquia de Sant Jaume y Santa Anna.
La ‘xirimita i el tabal’ anunciaban la fiesta en el barrio histórico, mientras que los miembros de la Comisión de La Carxofa que preside Lázaro Antón, en pasacalle, marchaban hasta el templo, acompañados por autoridades, Reinas de las Festes Majors Patronals 2024, Valentina Almodóbar y Laia Zamora; y los presidenes de la Comissió y Associació de Penyes Verge del Sofratge, Maria Dolores Cano y Jaume Cortés.
Tras el acto religioso, la fiesta volvía a las calles con la Sardinada Popular, partida de raspall en la calle Metge Miguel Pérez Martorell y, por la tarde, el Tardeo y el DJ que animó (más si cabe) las céntricas calles de Benidorm en sábado.
De noche, y tras el concurso de bebedores de cerveza en el que se prima no la cantidad, sino la velocidad de la ingesta, a las 23.30, tras un minuto de silencio y la interpretación del himno regional en memoria de las víctimas de la tragedia causada por la DANA en València, la ‘cremá’. Los fuegos artificiales que alcanzaron también a la ‘carxofa’ que, en pocos minutos, quedó convertida en cenizas, preludio del fin de fiesta que se alargó hasta la madrugada.
Festa de la Carxofa
La Festa de la Carxofa es una de las celebraciones populares más antiguas de Benidorm. Su origen es anterior a la Guerra Civil, cuando buena parte de lo que hoy está urbanizado conformaba terrenos de cultivo en los que primaba la alcachofa. De ahí que, al iniciarse la temporada de esta planta comestible y sabrosa del género ‘Cynara’, en noviembre –se alarga hasta marzo en tierras valencianas–, surgiera la fiesta.
En la actual Plaza de la Constitución, en aquellos años, se situaba el mercado de abastos, razón de más para que quienes vivían del cultivo de la alcachofa empezaran a celebrarlo y lo que cuajó en la localidad, pero con la guerra llegó su fin.
En 1978, un grupo de vecinos del barrio antiguo recuperó la tradición que, desde entonces, figura en el calendario festivo de Benidorm, aunque esta sabrosa flor comestible ya no se cultive, salvo en pequeños huertos urbanos y particulares. Siempre, eso sí, el sábado siguiente de las Festes Majors Patronals.